Uno de los gigantes de la televisión colombiana falleció en la noche de este miércoles en la Clínica Colombia, de Bogotá. Pepe Sánchez, una leyenda de la dirección, el teatro y la pantalla chica, murió por culpa de un cáncer. Algunas de sus más memorables series son “Don Chinche y “Café”, protagonizada por Margarita Rosa de Francisco en 1994. (Vea aquí «Las entrañas de la televisión colombiana»)
Luis Guillermo Sánchez, su nombre de pila, nació en Bogotá el 26 de octubre de 1934, y construyó una exitosa carrera desde distintos cargos como director de televisión, guionista y actor de teatro. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional y fue locutor de la emisora HJCK.
Sánchez tenía 82 años, y fue su familia la que confirmó la noticia de su deceso. «Tras una breve enfermedad nos dejó rodeado de sus hijos y familia, con el amor que siempre recibió (…) Un profesional que le dio su vida a la cultura de Colombia», aseguraron sus seres queridos. (Vea aquí: Viene ‘Ley Pepe Sánchez’ para garantizar pago de regalías a actores, libretistas y directores).
Aunque aún no se conoce en qué lugar serán las exequias, allegados al director aseguraron que lo más probable es que fuera en un teatro. En 2000, Sánchez recibió el Premio India Catalina como ‘Director del siglo’. Además, en su larga trayectoria, consiguió varios galardones en premios Simón Bolívar y Tv y Novelas.
«Como un actor comprometido, un guionista con alta capacidad de creación y un director sin precedentes. Así definieron a Pepe Sánchez las personas que han trabajado a su lado. Felipe Laverde, amigo desde su infancia, y con el que trabajó luego en la televisión, dijo a El Espectador en 2010 que su compañero de clase del colegio, y de andanzas por muchos bares de Bogotá, es el que mejor ha trabajado la comedia en Colombia. No se equivoca. Producciones como Romeo y Buseta o Don Chinche lo confirman. Con ésta última logró que los televidentes se identificaran con sus personajes y reivindicó así la cultura y la identidad de un país que todavía no se reconocía en la pantalla», contó la periodista VIviana Londoño. (Lea aquí «Pepe Sánchez, la mirada de un creador»)
“El pecado de Pepe ha sido su modestia”, así lo describió también Mauricio Navas, quien empezó a trabajar con él en Romeo y Buseta y quien siempre insistió en que el país debía verlo como un gran consultor de los nuevos creadores en el país.
Pepe se especializó en Praga, antigua Checoslovaquia, en cine. En los años 60 viajó a Chile, donde conoció a Miguel Littin, de quien fue asistente de dirección en El chacal de Nahueltoro, y realizó un documental sobre el Palacio de la Moneda y otro, en Isla Negra, con y sobre Pablo Neruda. Regresó a Colombia para actuar, desde el 68, en la serie Yo y tú, y participó, como director o actor, en Vendaval; La tregua, Vivir la vida, Mujeres, El chinche, Notas de pasión, Espérame al final, Café, Guajira, y La madre. La historia de Tita es, según los críticos, su trabajo más logrado en cuanto a dramatizados en la televisión colombiana. Su legado aun vive.
Por: El Espectador.